12/2/10

Hay que alegrarse por el bien de los demás

Paseaba por la calle. Una madre llevaba a su niña en brazos. La cara de la niña se veía triste y con los ojos rojos, así que debía de haber llorado hace poco. Las dos pasaron por delante de mí, y alcancé a oír lo siguiente: "Marta, tienes que alegrarte por el bien de los demás". La niña no debía de tener más de cuatro años, pero estaba recibiendo una sabía lección.

Alegrarnos por el bien de los demás, algo que deberíamos hacer más a menudo, pero nuestra naturaleza egoísta nos lo impide. Por A, B o C, siempre vamos a tener "celos" de aquel que tenga más nota que nosotros en un examen, que consiga un trabajo mejor que el nuestro, que su vida le vaya mejor, que...

Y es una lastima. Porque considero que siempre es mejor estar contento y alegre por alguien cercano a ti, en lugar de que te venga un sentimiento de envidia. Creo que en muchas ocasiones, nuestra madre tendría que cogernos en brazos (o de la mano en su defecto porque yo por lo menos ya estoy algo crecidito), mirarte a los ojos y decir: "Hijo mío, tienes que alegrarte por el bien de los demás". Seguro que así viviríamos más felices.