1/6/09

Las palabras se las lleva el viento


El otro día en la biblioteca, en un de mis momentos de estudio, me quedé con una frase de una canción que estaba escuchando: Las palabras que no existen, nos pueden salvar sin hablar. Y es que en muchas ocasiones las palabras están de más. Nos gusta perdernos en su belleza, nos gusta recordar las palabras bonitas y olvidar cuanto antes las malas, las que nos hieren. Justamente con éstas, es cuando me doy cuenta que las palabras son eso, palabras, y que como dice el titulo, se las lleva el viento. Quién las utiliza sabe de su poder. Son como pequeñas hechiceras, que se disfrazan para seducirnos, y en el momento menos esperado, deciden quitarse ese disfraz e irse. Por eso merece más la pena agarrarse a los hechos, a los actos. Analizándolo, la superficialidad de las palabras queda patente en el momento en que dos personas se entienden sin ni siquiera hablar. ¿Para qué hablar entonces?. Un simple abrazo, coger la mano de alguien, acariciar una cara, pasar tu mano por el brazo de otra persona, incluso una simple mirada...Todo esto dice mucho más que todas las palabras del mundo.