3/3/09

Los andróginos


En la antigüedad existían tres tipos de hombres: los hombres, las mujeres y los andróginos. Éstos últimos estaban formados por el sexo femenino y el masculino, en un mismo cuerpo esférico. Eran la perfección, y ellos se sabían conocedores de esa perfección, y por lo tanto, al ser perfectos, se consideraban dioses. Decidieron entrar en combate con los dioses del Olimpo. Ante esto, Zeus tomó la decisión de dividirles por la mitad. A partir de entonces, los seres andróginos dejaron de ser perfectos, y después de tanto tiempo habiendo sido uno, no podían soportar vivir separados. Así pues, cuando una mitad encontraba a su otra mitad, se abrazaban para volver a ser uno, y ante el miedo de volver a separarse, permanecían abrazados por siempre, muriendo finalmente de hambre.

Así se explica en un libro de Platón el mito del amor, cómo una persona necesita a otra a su lado para vivir. Y en parte, hoy día, a pesar del mundo acelerado y globalizado en el que vivimos, una parte de esto se sigue conservando. Todo el mundo necesita a su otra mitad, necesita sentirse uno, y ya sea voluntaria o involuntariamente, utiliza mucho de su tiempo en encontrarla. Y es que la antigüedad nos puede servir de mucho en el mundo loco en el que vivimos.